Es lo que tiene el monte. Podremos hacer una ruta docenas de veces y sin embargo en cada ocasión la
ruta será diferente. El tiempo, las sensaciones, el paisaje, la compañía… nos
pueden dar una perspectiva totalmente distinta en cada ocasión.
De esta forma y por enésima vez, hemos atacado el circuito de nuestra querida OSAN CROSS MOUNTAIN, en esta ocasión con el alma Mater de la carrera, Samuel.
Prometía la mañana, después de una bonita nevada nocturna y el sol tratando de ganar la partida a la meteo.
Samuel da la salida en Osan bajo una temperatura agradable y con la esperanza de que la zona de Santa Orosia se despejara a lo largo de la mañana. De momento Oturia se había calado el sombrero hasta las orejas.
Poco antes de llegar a Yebra de Basa el sol gana la partida y nos hace soñar con un tremendo reportaje fotográfico por las praderas de Santa Orosia.
Comenzamos el ascenso por bellísima ruta de las ermitas y pronto la nieve será nuestra compañera habitual de la mañana y a medida que vamos ganando metros el paisaje nos va dejando cada vez más boquiabiertos. Pero no somos los únicos, alguien ha madrugado más que nosotros y va abriendo huella.
Poco antes de llegar a la famosa cascada, en esta ocasión mas esplendorosa que nunca, vemos con desilusión que Santa Orosia se ha vuelto a cerrar. Mala suerte.
Una vez arriba y con una niebla cerradísima vamos siguiendo la huella de nuestros predecesores raqueteros, una huella muy clara pero que da un pequeño rodeo hasta llegar a la ermita y que entre el más de medio metro de espesor y que esta trazada sobre erizones nos causa algún que otro problema en nuestro avance. Por fin llegamos a la ermita y conocemos al nutrido grupo de la Litera que nos ha precedido. A pesar de que no se ve a escasos metros, una pequeña representación suya se había aventurado a atacar la cima de Oturia.
Nosotros a lo nuestro, seguimos hasta intentar encontrar el descenso de Isún. Ahora ya sin huella y sin ninguna visibilidad, pero confiaremos en el saber hacer de Samuel y sobre todo en su GPS. Además es a él al que le toca abrir huella, que para eso esta como un toro y el Ayuntamiento de Sabiñánigo le acaba de premiar con el reconocimiento a su trayectoria deportiva.
Tras 50’ a ciegas y con nieve hasta la rodilla logramos dar con el inicio del descenso. Un descenso más bello que nunca, con la senda y los árboles cargadísimos de nieve que nos hacen disfrutar como niños.
Cuatro horas y media para una ruta de 17 km y 1000+ y recordaros que la OSAN CROSS MOUNTAIN este año se celebrará el día 14 de abril.
De esta forma y por enésima vez, hemos atacado el circuito de nuestra querida OSAN CROSS MOUNTAIN, en esta ocasión con el alma Mater de la carrera, Samuel.
Prometía la mañana, después de una bonita nevada nocturna y el sol tratando de ganar la partida a la meteo.
Samuel da la salida en Osan bajo una temperatura agradable y con la esperanza de que la zona de Santa Orosia se despejara a lo largo de la mañana. De momento Oturia se había calado el sombrero hasta las orejas.
Poco antes de llegar a Yebra de Basa el sol gana la partida y nos hace soñar con un tremendo reportaje fotográfico por las praderas de Santa Orosia.
Comenzamos el ascenso por bellísima ruta de las ermitas y pronto la nieve será nuestra compañera habitual de la mañana y a medida que vamos ganando metros el paisaje nos va dejando cada vez más boquiabiertos. Pero no somos los únicos, alguien ha madrugado más que nosotros y va abriendo huella.
Poco antes de llegar a la famosa cascada, en esta ocasión mas esplendorosa que nunca, vemos con desilusión que Santa Orosia se ha vuelto a cerrar. Mala suerte.
Una vez arriba y con una niebla cerradísima vamos siguiendo la huella de nuestros predecesores raqueteros, una huella muy clara pero que da un pequeño rodeo hasta llegar a la ermita y que entre el más de medio metro de espesor y que esta trazada sobre erizones nos causa algún que otro problema en nuestro avance. Por fin llegamos a la ermita y conocemos al nutrido grupo de la Litera que nos ha precedido. A pesar de que no se ve a escasos metros, una pequeña representación suya se había aventurado a atacar la cima de Oturia.
Nosotros a lo nuestro, seguimos hasta intentar encontrar el descenso de Isún. Ahora ya sin huella y sin ninguna visibilidad, pero confiaremos en el saber hacer de Samuel y sobre todo en su GPS. Además es a él al que le toca abrir huella, que para eso esta como un toro y el Ayuntamiento de Sabiñánigo le acaba de premiar con el reconocimiento a su trayectoria deportiva.
Tras 50’ a ciegas y con nieve hasta la rodilla logramos dar con el inicio del descenso. Un descenso más bello que nunca, con la senda y los árboles cargadísimos de nieve que nos hacen disfrutar como niños.
Cuatro horas y media para una ruta de 17 km y 1000+ y recordaros que la OSAN CROSS MOUNTAIN este año se celebrará el día 14 de abril.
Os esperamos.
Texto y fotos: Ramón Ferrer
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