¿No te ha pasado alguna vez que ves a antiguos compañeros de clase y parece que tienen 10 años mas que tú? Seguramente os habreis dado cuenta que el hacer deporte, el estar al aire libre, es un elixir para aparentar menos edad de la real.
El aumento del consumo de oxígeno durante el ejercicio no solamente tiene efectos positivos. Eleva también la producción de radicales libres, sustancias muy vinculadas con el proceso de envejecimiento y el desarrollo de algunas enfermedades. Este es el motivo por el que algunos dicen que el ejercicio envejece, aunque los hechos parecen demostrar todo lo contrario.
El estado de juventud del que gozamos los deportistas se debe a que las personas que entrenan regularmente tiene el sistema de defensa antioxidante aumentado, por lo que es más eficaz a la hora de luchar contra los radicales libres que nos "oxidan".
Por eso, aunque las necesidades de antioxidantes son mayores en las personas que hacemos deporte, una alimentación equilibrada rica en frutas y verduras frescas garantiza en la mayoría de los casos la protección necesaria contra el envejecimiento causado por los radicales libres. Sólo en casos extremos de entrenamiento muy intenso (o si eres consciente de que no estás comiendo como deberías) puedes ser necesario algún complemento alimenticio que proteja tu piel.
Practicar deporte contribuye a mantenerte sano, delgado y en forma.
Algunas de las manifestaciones de la edad son una disminución de la masa ósea y muscular, así como un empeoramiento de la coordinación, la capacidad de movimiento y la resistencia al esfuerzo. La buena noticia es que el deporte frena considerablemente todos esos síntomas, ese es otro motivo por el que los deportistas parecemos más jóvenes.
Así que el deporte más bien te mantiene joven, lo que te envejece realmente es:
El sol: los largos entrenamientos a la intemperie envejecen tu piel si no la proteges adecuadamente. La exposición a los rayos ultravioleta es una de las causas más importantes del envejecimiento prematuro de la piel. Esos daños son mayores cuando tu sistema inmunológico está momentáneamente alterado por el esfuerzo intenso.
La pérdida rápida de peso. Los deportistas tenemos facilidad para perder peso, pero en ningún caso conviene perder kilos demasiado deprisa.
El alcohol, el tabaco y cualquier droga. ¿Te explicamos las razones?
No descansar lo suficiente. Casi todos los deportistas saben que deben beber más y comer mejor, pero muchos se olvidan de que el entrenamiento para ser efectivo requiere descanso. Seguro que has notado que si no duermes te encuentras bajo de energía y te resulta difícil concentrarte. Lo mismo le pasa a tu cuerpo y a tu piel. Durante el descanso tu cuerpo elimina desechos y radicales libres; se repone del esfuerzo y de los entrenamientos. Cuando no duermes lo suficiente, acumulas esos desechos y no te repones. Si padeces déficit de sueño permanentemente los efectos terminan por se irreversibles: envejeces.
No tomar suficientes "grasas buenas". Son necesarias para mantener nuestra salud, nuestro rendimiento y resultan fundamentales en el mantenimiento de la película protectora de nuestra piel. Para mantenerte joven, debes tomar grasas, pero de calidad. Aceite de oliva, pescado azul, frutos secos y semillas son tus grandes aliados.
El aumento del consumo de oxígeno durante el ejercicio no solamente tiene efectos positivos. Eleva también la producción de radicales libres, sustancias muy vinculadas con el proceso de envejecimiento y el desarrollo de algunas enfermedades. Este es el motivo por el que algunos dicen que el ejercicio envejece, aunque los hechos parecen demostrar todo lo contrario.
El estado de juventud del que gozamos los deportistas se debe a que las personas que entrenan regularmente tiene el sistema de defensa antioxidante aumentado, por lo que es más eficaz a la hora de luchar contra los radicales libres que nos "oxidan".
Por eso, aunque las necesidades de antioxidantes son mayores en las personas que hacemos deporte, una alimentación equilibrada rica en frutas y verduras frescas garantiza en la mayoría de los casos la protección necesaria contra el envejecimiento causado por los radicales libres. Sólo en casos extremos de entrenamiento muy intenso (o si eres consciente de que no estás comiendo como deberías) puedes ser necesario algún complemento alimenticio que proteja tu piel.
Practicar deporte contribuye a mantenerte sano, delgado y en forma.
Algunas de las manifestaciones de la edad son una disminución de la masa ósea y muscular, así como un empeoramiento de la coordinación, la capacidad de movimiento y la resistencia al esfuerzo. La buena noticia es que el deporte frena considerablemente todos esos síntomas, ese es otro motivo por el que los deportistas parecemos más jóvenes.
Así que el deporte más bien te mantiene joven, lo que te envejece realmente es:
El sol: los largos entrenamientos a la intemperie envejecen tu piel si no la proteges adecuadamente. La exposición a los rayos ultravioleta es una de las causas más importantes del envejecimiento prematuro de la piel. Esos daños son mayores cuando tu sistema inmunológico está momentáneamente alterado por el esfuerzo intenso.
La pérdida rápida de peso. Los deportistas tenemos facilidad para perder peso, pero en ningún caso conviene perder kilos demasiado deprisa.
El alcohol, el tabaco y cualquier droga. ¿Te explicamos las razones?
No descansar lo suficiente. Casi todos los deportistas saben que deben beber más y comer mejor, pero muchos se olvidan de que el entrenamiento para ser efectivo requiere descanso. Seguro que has notado que si no duermes te encuentras bajo de energía y te resulta difícil concentrarte. Lo mismo le pasa a tu cuerpo y a tu piel. Durante el descanso tu cuerpo elimina desechos y radicales libres; se repone del esfuerzo y de los entrenamientos. Cuando no duermes lo suficiente, acumulas esos desechos y no te repones. Si padeces déficit de sueño permanentemente los efectos terminan por se irreversibles: envejeces.
No tomar suficientes "grasas buenas". Son necesarias para mantener nuestra salud, nuestro rendimiento y resultan fundamentales en el mantenimiento de la película protectora de nuestra piel. Para mantenerte joven, debes tomar grasas, pero de calidad. Aceite de oliva, pescado azul, frutos secos y semillas son tus grandes aliados.
Revista Runners