Otro viaje inolvidable por
Marruecos y la cordillera del Atlas Bereber. Otro viaje de 10 días, donde no
han faltado momentos únicos, un gran aprendizaje de la cultura bereber junto a
su gastronomía, costumbres, forma de vida tanto pastoril como agrícola. Una
cultura que sigue adelante, aferrado a su duro clima, muy dependiente del agua.
Aquí en los valles se puede encontrar de todo hasta que sales a las alturas,
crestas, lomas, cimas. Donde todo cambia y la forma de subsistencia es
solamente para pocos habitantes. Unos de ellos son los pastores, que son los
únicos hombres que se mueven por estas altitudes y que llegan y pasan los 4000m
de altitud, donde tenemos unas 10 cimas existentes en el país. Pueblos
pequeñísimos donde la gente es maravillosa y te ofrece todo lo que tiene.
Dormir, comer, una ducha y mucha amabilidad.
La verdad es que hay mucho desconocimiento del territorio. Las gentes
natales de todas estas zonas solo conocen sus proximidades, sus valles y su
zona de pastoreo. Por eso queríamos salirnos un poco de la rutina de esas
peligrosas carreteras con mucho tráfico y pocos arcenes y pasar a otro mundo
muy distinto a las de congestiones de gente en pueblos o grandes ciudades.
Si quieres simpatizar con las buenas
gentes de estas zonas del Atlas, sería bueno acudir a ellas con unas 40
palabras aproximadamente aprendidas. Los grandes pueblos y grandes ciudades es
muy distinto a la montaña, la gente es de otra manera aunque también hay
amabilidad y muchas cosas curiosas para ver como plazas, mercados, zocos y
mucho tráfico donde el que llega primero tiene la preferencia. Un país único y
seguro que vale la pena conocer.Solo han sido 10 días por un mundo
bereber.
Han sido 9 etapas, alguna de mas kilómetros que otras, pero la verdad es
que salen caros los kilometrajes, pues, aunque no sean muchos km, el tiempo se
va a una velocidad increíble, eso sí, moviéndote por terreno entre 1500m y 2500m
por pistas de piedras, tierra, caminos estrechos desniveles, por senderos de
más de 1000m de desnivel teniendo que empujar o retener nuestras bicis por
terrenos no muy aptos para nuestras bici.
Eso sí, todo este magnífico viaje
que tanto me ha hecho pensar, conocer, imaginar, ver, entender, disfrutar…etc.
También he conocido a gente estupenda que sobrevive en esos pueblos como mejor
saben. A los niños no les falta la sonrisa. Los habitantes te
ofrecen sitio para dormir, te cocinan un buen Tallin con ese jugoso pan para cenar
o comer y en ningún momento te falta ese Te que sacan estos habitantes en los
pueblos o los pastores en el monte.
Vivir todo esto no hubiera sido posible sin
mis compañeros de viaje. Dos amigos marroquís: Mohamed Boukerym y Hafid, dos
excelentes corredores de montaña y también han demostrado gran destreza y
fuerza con la bici.
El otro compañero de ruta,
promotor de este viaje y gran conocedor de la cordillera del Atlas como pocos
es Jorge Divi, amigo y mecánico de bicis en la tienda de Sabiesport de
Sabiñánigo que además de llevar más de 18 años viajando constantemente a
Marruecos.
Tenemos la gran suerte en este país
nuestro, Pues para acercarnos a estas montañas de la cordillera del Atlas
tenemos solamente dos horas y media de avión hasta Marrakech desde Barcelona o
Madrid y ahora hay vuelo directo desde Zaragoza. Una oportunidad que hay
que aprovechar.
Después de esto, aquí tenéis
las etapas y los lugares pasados. Este video realizado con cariño, con unas
vivencias únicas, más si llevas un compañero experto en toda la cordillera del
Atlas y de sus gentes.
DE FONTIBRE HASTA
LAS FIESTAS DEL PILAR DE ZARAGOZA.
Siempre se
ha dicho que el Ebro nace en Fontibre, provincia de Santander. Pues nada, había
que ir para ver si era verdad. Para ello intento engañar a Ramón Ferrer
(Monrasin). El, aparte de pasarlo bien, también saca disfrute de estos viajes.
El se lo monta a su manera durante el día, pero a la hora de la cena o de
necesitar su ayuda, allí esta para socorrerte. Digo lo de socorrer porque no ha
sido ni será la primera vez que hay que llamar a este chavalín.
Pues una vez
presentados, vamos a descubrir esa pequeña fuente donde se dice que nace el
Ebro. Que mejor para mí que recorrerlo rápidamente con mis alforjas y mi bici
de montaña. Una de mis maneras favoritas de viajar.
El Plannig,
después de que esta pasada primavera recorriera desde el Delta del Ebro por la
GR 99hasta Mequinenza en dos etapas de bici y con mi cuadrilla de amigos. Me
quede con las ganas de recorrer más, a ser posible todo. Por ello me había
planteado en cinco etapas y en esta ocasión solo. Bajar desde Fontibre hasta
Mequinenza.
Por motivos
personales tengo que alcorzar la ruta a cuatro etapas, desde Fontibre a
Zaragoza. Tampoco está mal, con mis 13h de pedaleo diarios unos 150km aproximados
cada día y 3500m de subida acumulada, dependiendo de las pocas horas de luz
existentes en otoño. De las 8:00 hasta las 19:30h. Allí estamos dándole
continuamente al pedal, solo parando para tomar algún bocata y sacar alguna
foto. Al final me queda pendiente para cualquier día o días la etapa de
Zaragoza a Mequinenza. En verano se pueden hacer en un día esos 200km o en un
buen fin de semana si se hace con el día corto. El día y las horas pasan muy
rápidamente. Buena cosa, pues es señal de que vas cómodo, no cansado y no
pararías de pedalear. Pero malo porque a poco que te entretengas, la noche
llega enseguida y aunque lleves luces, es fácil despistarte o meterte en algún
agujero. Por suerte no fue el caso, pero podría haberlo sido. Mi orientación y
el seguimiento no fueron malos. Es seguir en rio, seguir los postes con las
marcas de la GR, decir que en muchos cruces faltan, pero son de gran ayuda.
Luego es bueno llevar el GPS, pues la gran cantidad de pistas existentes con
mucha facilidad te pueden hacer dudar y parada tras parada, te hace perder un
tiempo valiosísimo para acabar las largas etapas de BTT. Prácticamente casi
todo son pistas de tierra, algún trozo de carretera asfaltada y también tramos
de senderos, sobre todo en la primera etapa. Un viaje largo y engañoso. Sobre
un mapa pequeño se ve poca distancia. El engaño viene en lo serpenteante que es
el río, Esta muy recogido a causa de sus meandros. Si se estirase el rio,
seguro que te cruzaba toda España de lado a lado.
1ª Etapa:
Fontibre, Trepaderne. Con 165km y 1700m positivos. Se convierte en la etapa
reina gracias a su despacio progresar, pues por lo menos en 5 ocasiones toca
empujar la pesada bici a consecuencia de las alforjas.
Paciencia y calma que al
final se paga con la falta de tiempo. Un bonito y largo sendero de muy buen
ciclar nos hace cruzar todo el parque natural desde Polientes a Valdelateja. Un
rincón de lo más bonito y divertido. Si quieres comer algo en Polientes es el
mejor sitio, pues prácticamente en todos los pequeños pueblos que paso por esta
parte de Cantabria, carecen de restaurantes o bares que te den de comer.
Reinosa, Convento de Montes Claros, Aldea de Ebro, Loma Somera, Cuillas del
Valle, Sobrepenilla, Polientes, San Martin de Elines, Orbaneja del Castillo,
Quintanilla de Escalada, Valdelateja, Pesquera, Tudanca, Ciudad de Ebro, Quintana
de Valdeibesa, Trespaderne.Son algunos
de los pequeños pueblos por los que pasamos en esta larga etapa. Decir que me
cae la noche y sigo hasta Condado. Aquí Ramón viene a mi búsqueda y me lleva
con el coche esos últimos 15km por la carretera hasta Trespaderne.
2ª Etapa: Trespaderne-Logroño. Al día siguiente madrugamos, pero no
salgo hasta las 8:00 de la mañana que es cuando amanece. Toca un día duro pensando
en la etapa anterior donde se fue mucho tramo por sendero. Esta etapa es de más
pistas y carreteras pequeñas asfaltadas. Me doy cuenta del cambio de terreno y
me animo, pues veo más factible el llegar a Logroño con luz, claro está, sin
parar mucho y no perdiéndote. Está claro que hay que seguir esa especie de serpiente
que marca el rio. El primer gran y atractivo pueblo donde se puede perder un
poco de tiempo es Frías, con sus calles empedradas, ese atractivo castillo y
ese puente medieval al pie del pueblo. Seguimos pueblo tras pueblo como son:
Montejo de Cebas, Panguison, Barciana del Barco, San Martin y así adentrarnos
en la provincia de Álava en ese enormey
atrapado embalse de Sobron. Nuestro antiguo track me manda hacia un paso
curioso de roca caliza que con algo de caudal puede ser un serio problema para
cruzarlo. Pero un poco más arriba después de la presa, hay un nuevo puente para
cruzar, pues este hace unos años fue arrasado por una riada.
Siguiendo
ruta vamos cambiando de provincias y así pasando por los pueblos de Villanueva
de Soportilla, Guinicio, Montañana, Suzana, para llegar a comer a Miranda de
Ebro. Seguimos ruta por Ircio, todo esto ya por buenas pistas. San Felices,
Nuestra señora de la Vega. Así llegamos a Haro para liarnos un poco con el
track, pues un bucle del Ebro que pasa dos veces por el pueblo y con sus aguas paradas,
sin saber si el rio va para arriba o para abajo, nos crea mogollón de dudas
hasta poder seguir bien la Ruta. Después de unos cuantos km, estamos aun el
mismo sitio. Valga de anécdota.
Así llegamos
al alto pueblo de San Vicente, con unas bonitas vistas del rio y del pueblo.
Nos ponemos en zona de viñedos, todas las pequeñas pistas asfaltadas pero con
fuertes desniveles para llegar a Baños de Ebro. Queda aún mucho tramo, se pasa
por mi cabeza echarme a la carretera para llegar a buena hora. Al final decido
meterme un poco mas de caña y seguir la ruta. Buena elección por mi parte.
Llego a Elciegos, a la Puebla de La Barca y al final a Logroño. Pongo en Marcha
el GPS del teléfono y le digo que me guie hasta la dirección de la casa de unos
amigos que me había buscado Ramón. Así que una etapa perfecta aunque cañera
para recuperar con una buenísima cena después de esos 156 km con 1689m de
subida acumulada y un gasto de 4296 cal. Toca dormir y seguir adelante.
3ª Etapa: Logroño-Fustiñana.Salimos de Logroño pretendiendo dar
una vuelta Turística por la ciudad. Me fio de mi orientación y no me replanteo
repasar la etapa a seguir. De esta manera llego a la orilla del Ebro y con toda
mi buena fe,empiezo a seguir las
indicaciones de la GR99 sin mirar el track. Empiezo a cruzar los bonitos
parques de la ciudad de Logroño. Sigo kms y kms viendo que el track va por el
otro lado del río, ya sin ninguna referencia salvo la dirección del río. Así
sigo por la margen derecha y veo que sobre 40km no hay ningún puente para
cruzar al otro lado donde tengo el marcado el track. Así que tengo que tener
cuidado de no colarme por ninguna de las variantes y distintas pistas que vas.
Aparte aunque el rio tiene esa dirección fija, hay muchos remansos que no se ve
mover el agua que junto a sus meandros y giros puedes llegar a desorientarte
con facilidad.
Al Final
llegamos a Lodosa y unificamos caminos, durante km vamos entre el río y el
Canal de Lodosa siguiendo las marcas. Sin problemaseste tramo. Llegamos a buena hora a tomar un
bocado en Sartaguda. Me aconsejan cambiar la ruta y volver por el margen
derecha pegado a río en vez de tomar pistas de montaña con peor suelo. Asi
llego a unificar caminos en San Adrian. Km y km de pista serpenteando el río
hasta que al final llego con calores a Alfaro. La tarde avanza y me doy cuenta
de que la tarde pasa deprisa y tengo dudas si voy a llegar con luz a mi destino
del día. Me doy un poco de vidilla para llegar por carretera a Castejón. De
aquí vuelvo a coger la pista por el dique del Ebro. Empiezo a encontrarme con
obras y con maquinaria pesada por las pistas, veo prohibiciones de paso, pero
las prisas son las prisas. Paso con cuidado y empiezo de nuevo a meterme caña.
Estoy llegando a Tudela al atardecer. Un gran perro me sale saltando al camino,
veo que quiere jugar y paro a acariciarlo. La dueña me pide perdón, pero allí
mi sorpresacuando veo que esta persona
es mi cuñada y tampoco ella me había conocido. Riéndonos de la casualidad le
digo que venga a cenar a Fustiñana que solo esta a 11km por carretera. Le digo
que me costaría un poco más llegar pues entraría en la noche por la GR 99.
Paso Tudela
y llega la noche y tengo que sacar el frontal. Pues nada, toca disfrutar de la
oscuridad. Llego al Bocal donde está la presa y la central la cual tengo que
atravesar. Mi sorpresa es que el paso lo tengo con candado y tengo que buscar
otro camino fuera del track . No hay problema, encuentro enseguida el paso.
Aquí ya tengo claro que tengo ya todo hecho, pero me encuentro con la sorpresa
que en tres tramos largos del dique cortados. Toca probar suerte campo a través
y rebuscando salidas al final consigo salir a la carretera entre Ribaforada y
Fustiñana. Tres km por carretera y estoy en el pueblo con bastante tiempo
perdido. Son las 21:30´de la noche y mis cuñadas preocupadas a punto de salir a
buscarme, las llamo y las tranquilizo. Me pego una buena ducha y todos a cenar
para reponer esta etapa de 170km.
Salgo ya del pueblo por la mañanica
después de un buen café y unos buenos bollos que me sirve Yelena en la
cafetería. Tengo cambio de planes, por motivos personales tengo que irme a Sabiñánigo.
Tengo una etapa contra reloj para llegar a Zaragoza a coger el autobús a las
17h. Es un reto quiero hacer toda la etapa por la GR y no por la carretera que
sería más fácil. Sigo el serpenteante camino del Ebro, cruzo por las afueras
los pueblos de Buñuel, Novillas y embarcándonos un poco y sabiendo salir al
paso vamos en dirección de Gallur. Empiezo a tener problemas con la rueda
tubelizada trasera. Tengo que hincharla unas cuantas veces antes de llegar a
Gallur. El amigo Goyo de Torres de Berrellen, quiere hacer parte de la etapa
juntos.En el pueblo nos juntamos llevándonos
una gran alegría, pues hacía tiempo que no nos veíamos. Intentamos arreglar la
rueda y al final por motivos mecánicos perdemos un tiempo precioso.
Goyo había
quedado a comer con los amigos a las 14h, yo con las prisas del autobús. Pues
nada, solución, meternos caña sin dejar de hablar claro está.
Pasamos un montón
de pueblos. Pradilla de Ebro, Boquiñeni, Luceni, Alcala, Cabañas, Alagón y así
llegar a Torres de Berrellen. Goyo me invita junto a sus amigos a esa súper
degustación de chorizata, morcilla, ensaladas, chuletas, etc.. y sobre todo
cervezas.
Un saludo a
toda esa gran cuadrilla. Después de 45´de disfrute gastronómico, me toca correr
para llegar a la estación de Delicias. Paso por Sobradiel, Utebo, Monzalbarba
para asi llegar sin perdidas a Zaragoza. Una etapa solo de 100km pero bien
disfrutada con mi amigo Goyo. A ver si coincidimos más.
Con esto y a
falta de un día para llegar a Mequinenza, lo pospongo para más adelante, excusa
perfecta para volver al Ebro. La otra parte de Mequinenza al delta del Ebro lo
hicimos con los amigos en abril. Con eso me queda ya reconocida toda la
impresionante ruta del Ebro o la gr 99 del río más caudaloso de la Península Ibérica.
En estos 4
días he recorrido con la bici de montaña esos casi 600km de camino serpenteante
con 3500m de subida acumulada y eso que el río va para abajo. Me han quedado
las ganas de hacerlo todo de un tirón.Bueno para otra, ahora ya me la conozco y la veo muy asequible hacerla
con Gravel. Otro proyecto a cumplir. Pues primero son los sueños, luego llegan
las realidades.