Han sido 1000km, en estas 5 jornadas, con un total de 48h de pedaleo para subir un desnivel acumulado de 13500m.
Este mes
para mi es ideal para hacer cicloturismo. Días largos, ni frio ni calor. Eso si,
es fácil que algún día te toque lluvia, que si pensamos en ella no saldríamos de
casa. Claro está que alguna complicación tiene que haber en la marcha, si no,
no hay emoción. También se dice que el que algo quiere algo le cuesta y en este
caso es decir que te vas, el vencer esa pereza, enfrentarte a esos durísimos puertos
que te sacan de punto, hay que vencer el calor que pasamos a pleno sol en alguno
de estos puertos, al igual que soportar el frio de las bajadas en altura cuando
estas empapado.
Llevo más de
30 años haciendo cicloturismo y saliendo con mi bici, recorriendo Toda España y
parte de Europa. Algo tendrá esto de la bici que aún sigo planificando año tras
año unas vacaciones de este tipo, deseadas y necesarias para mí. Esta época del año
entre los meses de abril, mayo y junio son los ideales para hacer estas salidas
y preparar de alguna manera la Quebrantahuesos que la tenemos en casa. Esto lo
considero como un buen aperitivo de entrenamiento, pues en este mes de junio
afronto mis semanas guay. Serán un par de semanas con mi bici. Claro está, para
ello hace falta un poco de preparación previa para afrontar una de las mías.
El reto que
me propuse para estos 5 días pasados fueron estos, aunque no todo salió como
esperaba.
La idea del
primer día era hacer de una tirada y sin dormir en Non Stop 500km. Salgo de
Sabiñanigo y después de hacer unos 300km, en la Almunia de Doña Godina provincia
de Zaragoza, me sorprendió un tremendo aguacero cogiéndome por sorpresa y que
no me dejo tiempo para sacar la ropa de agua para protegerme. Por lo tanto
calado hasta los huesos y medio helado consigo llegar a un cubierto y entrar en
calor cambiándome de ropa seca. Pasando Cariñena consigo llegar horas después a
Zaragoza, donde en casa de un amigo consigo cenar y secar la ropa. Me propongo
salir por la noche hacia Sabiñanigo, pero viendo el pronóstico del tiempo veo
que voy a tener tormentas y agua toda la noche. Me lo pienso mejor y decido
pasar la noche en Zaragoza para salir temprano al día siguiente y hacer esos
170km que me quedan a Sabiñanigo para cubrir esa distancia de poco más de
500km.
La siguiente
etapa ya fue mejor, aunque dura de narices. Decidí cubrir esas duras, famosas y
con prestigio rutas cicloturistas que tenemos aquí en nuestro Pirineo entre
Francia y España. Larra Larrau fue la primera de ellas. Pasando los puertos de
la Piedra San Martin, el puerto de Izarbe y Larrau. Fueron 146km en poco más de
9h con unos 3800m de subida acumulada. Claro está a mi marcha y con mis
paradas técnicas. Voy a mi ritmo disfrutando de lo que hago.
Que más se
le puede pedir a una semana que la hemos hecho cundir a pesar del mal tiempo
que daban todos los pronósticos meteorológicos. Pero a pesar de todo allí estaban
las ganas. Está claro que el que algo quiere algo le cuesta y a mí me ha
costado solo un derroche de felicidad y de disfrute de estos hermosos parajes que
no dejo de visitar año tras año.
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