La noche ha sido fría y la gran nevada que sobre todo ha cargado por cotas altas. Sin tenerlo claro quiero salir a la montaña con mis skys, carreteras, pistas, caminos, todo por la mañana esta cerrado y yo sin saber hacia donde ir sin tener mucho riesgo. Me decido por mi querida montaña de Sta Orosia. la ventisca antes de empezar es tremenda, un café calentito en el rincón de Valero en Yebra de Basa me hace tener las ideas mas claras y tiro hacia arriba por el camino de las ermitas. Hay un gran paquetón de nieve, nunca he subido con tanta, me decido y con la tremenda suerte de encontrarme una reciente huella que enfila monte arriba.
La huella me facilita la subida y el esfuerzo es mucho menor. subo y voy flipando del maravilloso contraste de la nieve que aplasta la copa los pinos y tapan los grandes bojes y matorrales. Al final doy alcance a los tres raquetistas que se lo han currado abriendo huella con nieve hasta la rodilla, me hace ilusión ver que los tres montañeros son unos amigos de Sabiñanigo, juntos, y dándoles un relevo llegamos a la cascada de Sta Orosia. Los 4 almorzamos, claro esta yo de gorrón, pues yo n suelo llevar nada, pero me apunto al convite. Seguir para arriba y la hora que es requiere otro gran esfuerzo, es tarde, no hay visibilidad, sigue nevando y arriba seguro que hay mas de 1metro de nieve. Nada, no se que tal voy a bajar por el estrecho camino con los sky y las pieles puestas. Me sorprendo de lo bien que bajo, las pieles agarran y me mantienes sobre la huella. Así disfrutando de la bajada el paisaje y del poco esfuerzo que requiero para conducir las tablas, llegamos a Yebra de Basa los 4 juntos. Una cerveza en el Rincón de Balero y para casa. Hay veces que momentos y experiencias que te salen bien, no las cambias por nada.
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