Han pasado casi 30 años desde que empezamos a disfrutar de todas las actividades que nos ofrecía la naturaleza. Empezábamos a descubrir su mundo llenos de curiosidad. Nos preguntábamos, "se puede hacer esto, se puede hacer lo otro" y sin tener casi ni idea de los riesgos y el uso del material, nos poniamos en todos los fregados. Era algo que nos gustaba, que nos atraía y asi parece que fue ayer que estábamos pasando frio en estos barrancos. Después de estos 30 años seguimos con la misma ilusión y ganas de estar en contacto con la naturaleza. Esta claro que sabemos mas de ella, controlamos el material, la técnica que hemos ido aprendiendo con los años. Lo que esta claro es que nadie esta liberado de ningún riesgo y eso lo tenemos muy claro. Arriesgamos lo justo, las heridas y los golpes cuestan mas curar con los años, eso también lo hemos aprendido con la edad. Queda clara nuestra afición y así seguiremos mientras podamos.
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