Hoy es un día de
esperanza. Por fin nos abren un poco las
puertas y nos dejan intentar volar después de estos casi 50 días en casa. Pero
está claro que nos lo merecemos después de estar tanto tiempo confinados en nuestras casas. Aunque para mí
todos estos días han sido distinto, pues nunca había experimentado algo parecido, de lo cual
he aprendido y he descubierto muchas cosas de mí. Nunca se me hubiera ocurrido
que podría estar en esta situación de aislamiento. Pensaba que esto solo pasaba
en las películas. Me da que pensar y veo lo frágil que puede llegar a ser la
raza humana.
Nunca pensé estar en esta situación de tanto aislamiento y parón en mis actividades, de tener que hacer todos los días las mismas rutinas. Escuchar noticias siempre sobre lo mismo, el hacer mi ejercicio diario encerrado en una casa a la que le he encontrado un sentido, ahora la veo como mi refugio. Tener que hacer las actividades laborales por las mañanas. Poner el equipo de música con tres canciones a todo volumen en el balcón de mi casa, arreglar alguna cosa del hogar que ya estaba acostumbrado a su no funcionamiento y sacar hacer un pis a la perrita Sherlack. Poca cosa más. Sin embargo me puedo sentir un privilegiado por haber tenido contacto por teléfono, por Wasapp o por redes sociales con mis padres, con mis hijos, con Familiares y amigos. También por poder compartir este encierro en casa con Conchi y con Sherlack, la perrita que tenemos en adopción durante esta pandemia, la verdad que también nos ha hecho mucha compañía.
Este encierro ha sido totalmente necesario hacer lo que hemos hecho todos, quedarnos en casa.
Está claro que queremos tener un futuro claro y si es con toda la gente querida mejor que mejor. Me he sentido aislado pero no infeliz, pues se que las montañas siguen allí y vosotros también. Echo muy en falta los abrazos de los amigos, echo en falta el estar corriendo horas y horas por el monte, echo en falta el pedalear kms y kms. Mis planes y vacaciones cañeras primaverales también se han esfumado de momento. Pero que se preparen mis zapatillas y mi bicicleta, que la venganza será única a partir de hoy que nos dará rienda suelta, como se suele decir.
Pues sí, tengo ganas de salir, de saltar, de volar, pero la salud ha sido lo primero. Yo respetare estos días el horario impuesto, aunque también lo exprimiré y lo disfrutare como un niño.
Por fin ha llegado el día. Ya tenia todo preparado. Mochila, zapatillas, bici, ropa, etc. También mis rutas para poder disfrutarlas dentro de mi municipio en Sabiñanigo, que por suerte tiene muchos km para poder hacer ese ansiado deporte, lleno de caminos y desniveles. A por ellos.
Aunque hoy ya me he desquitado y me he fundido bastante exprimiendo las 4 h permitidas por la mañana. Han caído 28km y casa 1200m de subida por monte. Una sensación única de llegar fundido a casa, pero era lo que esperaba y deseaba. Tirar todo lo malo que me quedaba por dentro y quedarme limpio.
También he pasado todos estos días recordando los buenos momentos vividos con muchos de vosotros. Por otro lado viendo mí pequeña parte positiva de este parón, me ha hecho comprender que las 3 costillas que tenía rotas, se curan y se sueldan con descanso y vaya si no lo he notando.
Deseo agradeceros a todos que os hayáis compartido algún momento de mi vida, de actividad o de buen rollo en todos estos años, que sois mucha gente buena. El haberme acordado de vosotros en muchos momentos, me habéis aliviado estos dos meses, pensando en nuestros encuentros.
Nunca pensé estar en esta situación de tanto aislamiento y parón en mis actividades, de tener que hacer todos los días las mismas rutinas. Escuchar noticias siempre sobre lo mismo, el hacer mi ejercicio diario encerrado en una casa a la que le he encontrado un sentido, ahora la veo como mi refugio. Tener que hacer las actividades laborales por las mañanas. Poner el equipo de música con tres canciones a todo volumen en el balcón de mi casa, arreglar alguna cosa del hogar que ya estaba acostumbrado a su no funcionamiento y sacar hacer un pis a la perrita Sherlack. Poca cosa más. Sin embargo me puedo sentir un privilegiado por haber tenido contacto por teléfono, por Wasapp o por redes sociales con mis padres, con mis hijos, con Familiares y amigos. También por poder compartir este encierro en casa con Conchi y con Sherlack, la perrita que tenemos en adopción durante esta pandemia, la verdad que también nos ha hecho mucha compañía.
Este encierro ha sido totalmente necesario hacer lo que hemos hecho todos, quedarnos en casa.
Está claro que queremos tener un futuro claro y si es con toda la gente querida mejor que mejor. Me he sentido aislado pero no infeliz, pues se que las montañas siguen allí y vosotros también. Echo muy en falta los abrazos de los amigos, echo en falta el estar corriendo horas y horas por el monte, echo en falta el pedalear kms y kms. Mis planes y vacaciones cañeras primaverales también se han esfumado de momento. Pero que se preparen mis zapatillas y mi bicicleta, que la venganza será única a partir de hoy que nos dará rienda suelta, como se suele decir.
Pues sí, tengo ganas de salir, de saltar, de volar, pero la salud ha sido lo primero. Yo respetare estos días el horario impuesto, aunque también lo exprimiré y lo disfrutare como un niño.
Por fin ha llegado el día. Ya tenia todo preparado. Mochila, zapatillas, bici, ropa, etc. También mis rutas para poder disfrutarlas dentro de mi municipio en Sabiñanigo, que por suerte tiene muchos km para poder hacer ese ansiado deporte, lleno de caminos y desniveles. A por ellos.
Aunque hoy ya me he desquitado y me he fundido bastante exprimiendo las 4 h permitidas por la mañana. Han caído 28km y casa 1200m de subida por monte. Una sensación única de llegar fundido a casa, pero era lo que esperaba y deseaba. Tirar todo lo malo que me quedaba por dentro y quedarme limpio.
También he pasado todos estos días recordando los buenos momentos vividos con muchos de vosotros. Por otro lado viendo mí pequeña parte positiva de este parón, me ha hecho comprender que las 3 costillas que tenía rotas, se curan y se sueldan con descanso y vaya si no lo he notando.
Deseo agradeceros a todos que os hayáis compartido algún momento de mi vida, de actividad o de buen rollo en todos estos años, que sois mucha gente buena. El haberme acordado de vosotros en muchos momentos, me habéis aliviado estos dos meses, pensando en nuestros encuentros.
He querido colgar
alguna foto y algún video con momentos vividos con vosotros que os haga recordar algunos momentos juntos. Siento que no poder
colgar todas, pues por suerte tengo un montón de amigos.
Un abrazo a
todos y nos vemos muy pronto en el monte con las zapas o en la carretera con la
bici, demostrando las ganas que tenemos de vivir.
Como se suele
decir en estos días.
Mucha Salud.
No hay comentarios:
Publicar un comentario