Hoy es un día raro, como todos los demás que ya hemos dejado
atrás. Pero está claro que es un día menos que nos queda de estar confinados en
nuestras casas. Aunque para mí este día ha sido distinto, pues en ninguno de
mis anteriores cumpleaños había experimentado algo parecido, ni se me hubiera
ocurrido estar en esta situación de aislamiento. Pensaba que esto solo pasaba
en las películas. Me da que pensar y veo lo frágil que puede llegar a ser la
raza humana.
Nunca había experimentado esta situación de tanto
aislamiento y parón en mis
actividades, de tener que hacer todos los días las mismas rutinas.
Escuchar noticias siempre sobre lo mismo, el hacer mi ejercicio diario
encerrado entre 4 paredes, hacer las actividades laborales por las mañanas,
Poner el equipo de música con un par de canciones a todo volumen en el balcón
de mi casa, arreglar alguna cosa del hogar que ya estaba acostumbrado a su no
funcionamiento y sacar
hacer un pis a la perrita Sherlack. Poca cosa más. Sin
embargo me puedo sentir un privilegiado por tener contacto por teléfono, por
Wasapp o por redes sociales con mis
padres, con mis hijos, con Familiares y amigos. También por poder compartir
este encierro en casa con Conchi y con Sherlack, la perrita que tenemos en
adopción durante esta pandemia, la verdad que también nos hace mucha compañía.
La sensación de este día es muy rara, nunca pensé que mi
cumple lo podía pasar en casa, siempre escapaba con la bici o al monte para
celebrar ese año más. Luego tenía mi momento familiar.
En estos momentos es totalmente necesario hacer lo que
estamos haciendo todos, quedarnos en casa,
pensamos y queremos tener un futuro claro y si es con toda la gente
querida mejor que mejor. Me siento aislado pero no infeliz, pues se que las montañas
seguirán allí y vosotros también. Echo muy en falta los abrazos de los amigos, echo en falta el estar corriendo horas y horas por el monte, hecho en falta el
pedalear kms y kms. Mis planes y vacaciones cañeras primaverales también se han
esfumado. Pero que se preparen mis zapatillas y mi bicicleta, que la venganza
será única cuando nos den ya la rienda suelta, como se suele decir. Pues sí, tengo ganas de salir, de saltar, de volar, pero la salud es lo primero. Yo seguiré en casa hasta entonces, recordando los buenos momentos vividos con muchos de vosotros. Por otro lado viendo mi pequeña parte positiva de este parón, me ha hecho comprender que las 3 costillas rotas que tengo se curan y se sueldan con descanso y cada día las voy notando
igualmente muchas gracias. Más espero que os hayáis acordado por algo bueno antes que por algún embarque o por alguna situación comprometida que yo os liara.
Gracias a todos, en días como estos es bueno pensar que tus
amigos y familiares se acuerden de ti de una u otra manera.
He querido colgar alguna foto que os haga recordar algún momento juntos. Siento que no poder colgar todas, pues por suerte tengo un montón de amigos.
Un abrazo a todos y
nos vemos muy pronto en el monte con las zapas o en la carretera con la bici, demostrando
las ganas que tenemos de vivir.
Como se suele decir en estos días.
Mucha Salud.
Un buen regalo de cumpleaños de Ramón Ferrer.
1 comentario:
Felicidades, makinón. Enorme ejemplo el que das quedándote en casa, tú que tan poco acostumbrado estás a recluirte. Que cumplas muchos más.
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