EN DÍAS MALOS TAMBIÉN UNO SE PUEDE METER CAÑA

Día 4 de febrero, pronóstico del tiempo muy jodido, nieve viento y mucho frio. De momento por la mañana a la hora de levantarse mucha pereza, pero con la cosa en la cabeza de lo que se puede hacer un día como el de hoy. De momento un salto de la cama y a las  8:30´en pie con el chip de que ya se  me ocurrirá algo. De momento un café en la cafetería una charradica y sin ningún plan. Que puedo hacer tal día como hoy en el que no me puedo alejar mucho de la zona pues estoy de guardia. La idea aunque repetitiva esta clara, vamos a hacer tres Subidas a San Pedro así hago 14km y 1000m de subida acumulada entrelazando todos los caminos de este monte. Cojo mis mallas mi camiseta, guantes,  la chaqueta de Wing Stopper el buff las zapas y ala con -7º bajo cero  para arriba, llevo marcha tranquila, no quiero sudar  mucho, mientras tanto muchas cosas pasan por mi cabeza, me queda muy poco para la “Carrera de la Esperanza” en Camerún, el día 15 me voy para allá y todavía no he hecho el examen de cómo puede responder mi cuerpo ante los 36km, y los 3500m de subida hasta llegar a la cima del monte o volcán de Camerun o “montaña del Trueno” a 4100m de altitud.

Mis primeras tres subidas han ido de maravilla, poca caña pues el martes pasado hice lo mismo en un tiempo estupendo para mí. Me decido a hacer otras tres subidas, tengo toda la mañana para correr, no tengo que hacer otra cosa durante el día y me empiezo a plantear el hecho de hacer 9 subidas así esta prueba de fuego me puede servir de tés para la carrera en Camerún. Con que ya con la idea muy clara de lo que voy a hacer hoy sigo subiendo y bajando, las sensaciones son buenas y el único avituallamiento es la fuente que tengo a mitad subida que sirve para hidratarme, pues aunque haga mucho frio sudar sudo de lo lindo y necesito hidratarme. Después de las seis subidas, me decido a intentar las otras tres últimas, la 7ª la hago bien aunque empiezo a notar que ya estoy casi deshinchado y a falta de alimento. Primer fallo pero es que esta no era la idea inicial a realizar, sigo subiendo y bajando con la mente puesta “hasta que el cuerpo aguante”.

 Después de la 8ª subida el cuerpo dice que ya no sube más si no le das alimento al cuerpo. No tengo nada en la riñonera ni en el coche, con que decido baja del monte y dar por concluida mi entrenamiento que ha  sido muy satisfactorio y me ha animado a afrontar con seguridad los más de tres km verticales del Monte Camerún. Aunque cansado por la falta de alimentos, las piernas han acabado mejor de lo que esperaba aunque con una pequeña ampolla. En estas 5h 15´el recorrido acumulado ha sido de 37km de distancia y 3015m de subida acumulada con esos 6000m de desnivel acumulado. Esta ha sido la prueba de fuego realizada en un día en el que no apetecía hacer nada pero está visto que correr se puede correr cuando quieras, eso sí en días como este intenta escoger recorridos con bosque que siempre protege mas que corriendo por terreno desprotegido en el que el sudor de tu camiseta se convierte en hielo y en lo único que tienes que pensar es en no parar y seguir generando calor corriendo.