lunes, agosto 02, 2010

Obligación a tener que parar de entrenar.

Con una visión particular y la experiencia personal, me pregunto. ¿Qué pasa cuando tenemos que dejar de hacer la actividad que nos gusta en caso de accidente? Cuando tenemos el cuerpo acostumbrado a entrenar todos o casi todos los días sobre nuestros deportes o aficiones favoritas, resulta muy desolador tener que parar de golpe, bien sea por una lesión, accidente o por algún otro impedimento. Tener que cortar esa rutina deportiva que nos hace estar en equilibrio con nosotros mismos y que nos sirve principalmente como válvula de escape y antídoto para liberar tensiones. Por ello cuando hemos tenido un accidente que nos priva de realizar esas actividades tan necesarias. Parece al principio que se nos va a caer el mundo encima. Si el mal es menor te parece que puedes hacer la actividad deseada, aunque te hayan dicho que te lo tomes con tranquilidad. Muchas veces hacemos más caso a nuestro instinto y salimos a hacer la actividad deseada. Alguna vez es beneficiosa la escapada, pero otras veces podemos complicar nuestra lesión. Allí está el peligro es distinto cuando la lesión es más fuerte o grave y te ves privado para hacer cualquier actividad. Aunque te veas con ganas de hacer algo, enseguida te das cuente que es imposible y cualquier movimiento puede acabar en dolor. En este caso el cuerpo y la mente en poco tiempo se adaptan y se olvida de hacer la actividad antes tan deseada. Cuando ya estamos preparados y recuperados de nuestro mal, empezamos a hacer deporte con miedo. Depende del tiempo que hemos estado parados, hemos perdido nuestra forma física. Resulta decepcionante al principio cuando ves que te fatigas enseguida, que las piernas no tienen aquella movilidad de antes que eres más lento, que las articulaciones están bloqueadas. Se pude llegar a pensar en negativo y creer que ya no vas a ser el de antes. Pero no hay que desesperar. Por suerte el cuerpo es sabio y habiendo estado año tras año trabajando esos músculos y esas articulaciones, te das cuenta día a día una recuperación excepcional y enseguida te das cuenta que estas realizando el mismo trabajo que realizabas antes y además con más ganas. De esta manera en poco tiempo estaremos como antes de la lesión. Claro está dependiendo mucho del tipo del mal que tengamos. Aunque como suelo decir yo siempre “querer es poder “.

3 comentarios:

cansamontañas dijo...

¡¡Hola Samuel!! Ya veo que te vas animando, bien, bien...

Fíjate en el suizo que ayer ganó el europeo de Maratón en Barcelona: Sufrió una trombosis en febrero del pasado año, cuando se sobrepuso se encontró con una lesión en el talón que le tuvo seis meses parado. Y con todo eso ahí lo tienes, el primero en una durísima maratón con 30 grados de temperatura y un 75% de humedad. ¡¡Qué tío!!

Te veo como claro favorito en la Zegama 2011.

samuel dijo...

ja ja, gracias por tus animos, pero me conformo con quedarme como estaba antes. Mira a ver si coincidimos para hacer algun pico al estilo del del año pasado.

Anónimo dijo...

animo samuel, que en nada estas subiendo otra vez al midi, a la collarada, etc. un día sí y al otro también...

jamuro