miércoles, noviembre 04, 2009

Descenso en carreras de montaña

Casi suena ridículo, pero bajar bien por un sendero es tan duro como subirlo. Para dominar la técnica del descenso, uno debe tener los pies rápidos, un ojo entrenado, equilibrio y los reflejos de un felino, relajación y movimientos fluidos.
Bajar rápido
Cuando eres nuevo en el trail running para bajar tienes tendencia a reclinarte hacia atrás, ya sea en un esfuerzo por frenar, o yendo demasiado lejos y adelantando el paso en una fuerte pisada que es dolorosa, y difícil de soportar. La posición correcta es aquella en la que tu peso corporal se centra en las rodillas para que la pisada de cada pie recaiga en el puente en vez del talón. Esta postura te dará un poco de agresividad hacia adelante o hacia abajo, lo que te lleva a un descenso más rápido, y evitar que se incline la espalda, que es ineficiente y potencialmente perjudicial. Mantener una forma relajada con los codos ligeramente elevados, lo que permite un rápido movimiento lateral del brazo para mantener el equilibrio y ayudar en la dirección. Al realizar giros o maniobras bruscas, levantar los brazos y los hombros un poco más altos ayuda a mantener el equilibrio.Combinar esta forma con una fluida, pero atenta, postura y el uso interno de tu equilibrio y propiocepción para maniobrar por la mejor ruta en la pista, es esencial.Propiocepción es la capacidad de tu cuerpo para orientarse en el espacio sin pistas visuales. Si corres por caminos en la noche y "sientes el camino" sobre terreno accidentado pones en marcha la capacidad de utilizar el conjunto músculos, terminales sensoriales del oído para ajustar tu postura y la posición. Esta propiocepción no es muy diferente a los ejercicios propios de recuperación del tobillo después de un esguince.Para facilitar el descenso recordar, que a pesar que la distancia más corta entre dos puntos es una línea recta, a menudo es más suave para mantener la velocidad de entrada y salida en las curvas de amplio radio que el corte lo más cerca posible de la parte interior de la vuelta, como los corredores de bicicletas trazando las curvas. Esta técnica evita la necesidad de hacer grandes ajustes en el ritmo de descenso.
De cara a lo que viene
Chad Ricklefs, 2002 ganador y luego nuevo récord de la Leadville Trail 100, señala que el descenso se trata de correr relajado y pensando por adelantado. Con una formación en esquí alpino y carreras de bicicleta de montaña, Ricklefs aprendido que la clave del descenso rápido es la anticipación. Se recomienda centrarse más en el panorama del próximo tramo del terreno sin perderse en donde se realizarás tu próximo paso.Como corredores de esquí de slalom que ajustan sus posiciones corporales muy por delante de cada puerta, los corredores de montaña que miran hacia adelante "creando" los giros y tomando obstáculos con gran finura haciendo cambios de peso, ajustando su paso, el tamaño de sus movimientos y evitando cambios bruscos de dirección o velocidad, disminuyendo el estrés de correr hacia abajo y la creación de un descenso más eficaz, fluido y rápido.
La ligereza
Si puedes oír la pisada, el sonido es probable que se traduzca en un dolor de espalda, cuádriceps y posibles daños a tus rodillas. Tu ritmo constante, debería ser lo suficientemente flexible para que se pueda modificar si es necesario para saltar un obstáculo o dar un paso corto para evitar algún mal apoyo. Lo mejor es saltar por encima de los árboles caídos, rocas inestables u otros obstáculos que pisar en ellos.Mediante el empleo de pequeños pasos, tu estarás en mejores condiciones para hacer ajustes menores de dirección y controlar tu velocidad. Aumentar el número de pasos que das es una forma eficaz de controlar el ritmo y evitar el aumento común de la velocidad y la incidencia de lesiones. Es como poner un coche en marcha corta en lugar castigar los frenos cuando se conduce en fuerte descenso. Al aumentar el volumen de movimientos de pie, disminuirás el impulso de inclinarte hacia atrás y de tratar de frenar con los talones. Todo para ayudar a mantener la atención de los pies, en la velocidad, la agresividad y la confianza en los descensos. Esto puede ser difícil de hacer si te has lesionado o tienes miedo a las caídas, por lo que el ritmo lento es mejor hasta que se gana la confianza que se traduce en la relajación ... y una gran ligereza.
Diciembre de 2002 de Atletismo Times Magazine

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